PARQUE NATURAL DE LA SIERRA NORTE DE SEVILLA

 

 

Introducción

Situado al N.E de la provincia de Sevilla, a 69 Km. de la capital, El Pedroso se encuentra ubicado en las estribaciones de Sierra Morena. Posee una extensión de 30.975 Ha. y 20 áreas.

Parte de su extensión, aproximadamente el 50%, ha sido incluida dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla, dentro, a su vez de la Red de Espacios Protegidos de Andalucía. Este parque constituye la parte central de una amplia zona protegida de Sierra Morena, flanqueado a derecha e izquierda por el Parque Natural de Hornachuelos como extremo más oriental, en la provincia de Córdoba.

Tiene una altitud media de 415 m. sobre el nivel del mar.

 

Clima

Goza de un clima mediterráneo-continental, con inviernos no muy extremos, estando su temperatura media en torno a los 9º C. Los meses más fríos corresponden a diciembre y enero, siendo frecuentes las heladas, sin dejar de tener en cuenta nevadas que cada cierto acontecen.

Con relación a los pluviometría, la medida oscila entre 800 y 830 litros por metro cuadrado, siendo los más lluviosos los meses invernales.

 

Sustrato Geológico

La mayor parte de las rocas que constituyen esta sierra se originaron durante el paleozoico, era que comenzó hace unos 570 millones de años y acabó hace 225 millones de años. Durante esta era, las enormes cantidades de sedimentos que se depositaron se transformaron en potentes capas de rocas sedimentarias.

Simultáneamente, las elevadas temperaturas provocaban la fusión de buena parte de las rocas, originando bolsas de magma en áreas más o menos profundas. Parte de estos materiales incandescentes solidificaron en el interior de la tierra, dando lugar a los granitos que existen en El Pedroso.

El resto de paisaje lo forman montañas alomadas y una zona abrupta correspondiente a los valles de los ríos Viar y Huesna que, aunque tienen poco recorrido poseen fuertes pendientes que han originado este tipo de conformación.

Los distintos fenómenos geológicos que se produjeron durante un larguísimo periodo de tiempo, han generado numerosos yacimientos de minerales, entre los que destaca el hierro, que se encuentra en cantidades inagotables. Estos núcleos mineros, a principio de siglo, impulsaron el desarrollo local.

La abundancia de excelentes arcillas, areniscas refractarias y carbonatos de cal, eran utilizados en el revestimiento de los hornos.

La red Hidrográfica del término municipal viene modulada por dos grandes vertientes: los ríos Viar y Huesna en los que confluyen una red interminable de arroyos como Guanacil, San Pedro, Parroso, etc. Configurándose una red hidrográfica de cierta importancia.

 

Vegetación

La vegetación es la típica del bosque mediterráneo en la que aparecen claramente cuatro sustratos:

Arbóreos: Con dominancia absoluta de encina (Quercus rotundifolia) y alcornoque (Quercus suber). En las zonas de umbría la encina es sustituida en ocasiones por el quejigo (Quercus faginea).

Arbustivo: Configurado a base  de acebuches (Olea europaea), lentiscos (Pista cia lentiscus), cornicabras (Pista cia terebinthus), coscojas (Quercus coccifera), madroños (Aibutus unedo), etc.

Matorral: Constituido por diversidad de especies como son el romero (Rosmrinus oficinalis), jara (Cistus sp.), tomillo (Thymus vulgarias), retama (Retama sp.), aulaga (Genista sp.), brezo (Erica sp.), laviérnago (Phillyrea angustifolia), etc.

Herbáceas: Compuesto fundamentalmente a base de gramíneas y leguminosas de gran poder energético, del cual, se alimenta la rica cabaña ganadera.

Estos tres últimos sustratos acompañan al arbóreo de una forma natural, excepto en aquellas zonas donde ha intervenido el hombre mediante aclareo de la masa arbustiva y eliminando el matorral, apareciendo LA DEHESA.

La dehesa es el estado ideal donde se alcanza la cumbre máxima en el dilema de conservación - explotación. Es el sistema conocido que proporciona un aprovechamiento más racional de los sistemas del monte.

En menor extensión se encuentran las superficies agrícolas, principalmente huertas y olivares.

La vegetación está perfectamente adaptada al clima que impera en la zona, al poder resistir al dúo periodo de sequía estival, reduciendo considerablemente las pérdidas de agua que, en todos los vegetales, se produce por las hojas, permitiéndoles además soportar temperaturas realativamente bajas.

En las cuencas de los ríos y arroyos, aparecen muy bien representadas las típicas formaciones de ribera o bosque "galería", con especies como olmos (Ulmus sp.), alisos (Alnus glutinosa), fresno (Fraxinus sp.), acompañadas de un estrato inferior como son las adelfas (Nerium oleander), zarzas (Robur olmifoium), zarzaparrillas (Smilax áspera), etc.

El gran valor de este ecosistema mediterráneo se deriva tanto de su aprovechamiento económico como del heho de ser albergue de las comunidades faunísticas más variadas, sin olvidar su papel ecológico.

 

Aprovechamiento

Como beneficio directo se produce leña, que es utilizada como combustible, bien directamente o transformándose en cartón, picón (conocido comúnmente como "cisco"). Mucho más importante es la producción de bellota para la alimentación del ganado en montanera, en los meses invernales que, junto a la abundancia y calidad de los pastos que proporciona la dehesa, permite el mantenimiento de una excelente carga ganadera.

La producción corchera es importante, no solo por la materia prima extraída, sino por la mano de obra empleada, lo que supone una contribución económica a la localidad.

Fundamental es también el aprovechamiento de esencias naturales, así como la apicultura produciéndose mieles de excelente calidad, polen, propóleos, jaleas, etc.

Otro aprovechamiento corresponde a los frutos silvestres y setas. Entre éste último, es de gran tradición la recolección de "Boletus sp.", conocido popularmente como "Faisanes" que es uno de los manjares mas codiciados.

 

Fauna

Entre los mamíferos podemos ver especies tan raras e interesantes como el lince ibérico (Linx Pardina), nutria (Lutra lutra), gato montés (Felix sylvestris), gineta (Genetta Genetta), tejón (Meles Meles), etc.. El lobo (Canis Lupus) era especie abundante. Esporádicamente aún se pueden observar indicios de su presencia aunque, al igual que en el resto de la Península, están en claro retroceso.

En cuanto a las aves, el grupo más representativo es el de las rapaces, entre las que se encuentran especies tan emblemáticas y escasas como el águila imperial ibérica (Aguila acalberti), águila real (Águila chyrsaetos), águila perdicera (Hieraetus fasciatus), águila culebrera (Circaetus gallicus), buitre negro (Aegypius monachus), buitre común (Gyps fulvus), alimoche (Neophron percnopterus), etc. Estas tres últimas especies se encargan de mantener el estado sanitario del monte. En cuanto a las rapaces nocturnas, tenemos especies como el búho real (Buho Búho), búho chico (Asio otus), cárabo (Strix aluco), lechuza común (Tyto alba), que son fáciles de observar en las noches pedroseñas.

Es de destacar la presencia cada primavera en nuestro bosque de la montará y esquiva cigüeña negra (Circonia nigra), eligiendo los lugares más recónditos de nuestra serranía para anidar así como de la cigüeña blanca (Circonia circonia).

Aparte de estas especies, gran cantidad de aves insectívoras pueblan nuestros campos.

Como consecuencia de la construcción del pantano del Huesna, gran número de especies acuáticas están colonizando este nuevo ecosistema. Entre ellas cabe destacar la presencia del pato cuchara (Anas clypeata), pato real (Anas platythynchos), cormorán grande (Phalacrocorax carbo), somormujo lavanco (Podiceps cris-tatus), etc.

Mención aparte merece la fauna cinética, siendo su caza uno de los grandes atractivos de la localidad. Esta ancestral actividad mueve gran cantidad de recursos. Se pueden cobrar trofeos importantes de venados (Cervus elaphus) y jabálies (Sus scrofa), que son las especies más representativas. Interesante es el escuchar las berreas de los ciervos en época de celo, que tiene lugar en los meses de septiembre-octubre. Emiten un bramido potente, manifestando su excitación sexual y la defensa de su territorio, así como del grupo de hembras. La forma más común de la caza del ciervo es la montería en la que los perreros con sus rehalas baten las sierras intentando que los venados lleguen hasta los puestos donde se encuentran los monteros. La montería como tal conlleva, aparte de la caza un fin social.

Otra modalidad de caza, aunque practicada en menor medida, es el rececho, en la cual el cazador basándose en sus conocimientos del medio y de la especie y con el asesoramiento de las guarderías de los cotos, inicia la persecución o rastreo de la res hasta lograr abatirla.

Con respecto al jabalí, el valor cinegético real es el valor del lance. Al ser un animal muy astuto e inteligente, hace que su caza sea la mas difícil de todas.

La oferta de caza menor se extiende a un buen número de cotos, entre los cuales las poblaciones de conejo (Orietulagus cuniculus), paloma torcaz (Columba palambus), perdiz (Alectoris rufa), zorzal (Turdus philomelos), codorniz (Coturnix coturnix), zorro (Vulpes vulpes), etc., son de considerable importancia. Las modalidades de caza menor más practicada son el ojeo y el reclamo para la perdiz, y el rececho y caza en mano para el conejo y la liebre. Las tiradas de aves migratorias son en puesto fijo.

Como se puede apreciar hay una oferta muy variada para satisfacer a todo tipo de cazadores, lo que está llevando consigo que muchos propietarios se estén planteando la reintroducción del corzo (Capreolus capreolus), y la introducción del gamo (Dama dama)  y del muflón (Ovis musimón)

Como se ha venido mencionando, nuestro pueblo es rico en vías fluviales con gran riqueza piscícola, pescándose magníficos ejemplares de truchas (Salmo arcoiris), carpas (Ciprinus carpus), barbos (Barbus barbus), black-bass (Micropterus salmoides), etc.

 

Puntos de interés

El paisaje de estas sierras, donde abunda la encina, alcornoque, pinos, olivos, acompañados de matorral y distintas especies herbáceas, posee una gran belleza, sobre todo si nos situamos en lugares estratégicos, como puede ser el Cerro de San Cristóbal, desde donde se domina una inmensa extensión de terreno que ofrece una maravillosa panorámica. Igualmente ocurre desde el llamado Cerro de la Lima que además posee gran cantidad de galerías subterráneas.

Por otro lado, El Pedroso, es zona pedregosa y, a causa de esto debe su nombre. Hermoso es el observar por las zonas de Las Porrillas, área granítica en las que, aquí y allá, los granitos y rocas afines conforman estructuras redondeadas muy características. Una de ellas es la llamada "Piedra de la Mora", formada por tres piedras una encima de otra, que la naturaleza se ha encargado de embellecer.

Un paseo por la ribera y embalse del Huesna constituye uno de los paisajes mas hermosos, observándose condiciones ecológicas diferentes a las del medio próximo. Hay que sumergirse en este ambiente tan natural, pasear sin prisas por el interior de estos ecosistemas, para sentir la atsmósfera tan especial, que reina en el cauce de la Ribera.

Una ruta propuesta a través del Parque Natural es la llamada "Ruta de las Cañas". Su recorrido sale de El Pedroso por el camino de Almaden, pasando por las Porrillas. Posteriormente se toma el cordel de Cazalla a Cantillana, en dirección norte hasta enlazar con la vereda de Navahonda que, hacia el este, se dirige de nuevo a El Pedroso, donde finaliza. Al principio del itinerario se puede observar un interesante afloramiento de roca de granito. El resto del sendero recorre zonas de dehesas bien conservadas, con una fauna característica asociada. Es posible observar gran cantidad de rapaces (ratoneros, águila culebrera, buitre lecrado, etc.)